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«La vida de toda persona cambia cuando se vuelve consciente de sus otros cuerpos, familiarizándose y aprendiendo a cuidar, fomentar e interactuar con su configuración energética sutil«

Iván Prospector. Sanador energético.

Energías y campos energéticos

Todas las tradiciones de Espiritualidad Profunda (revelada o canalizada) coinciden en que la causa de toda realidad es mental.

Todo lo existente en el Universo, por lo tanto, se origina como una planificación mental del Espíritu, con un propósito determinado.

El Espíritu se manifiesta en el universo como conciencia creadora, lo cual realiza a través de su Mente.

La mente del Espíritu se manifiesta en el Universo como energía, en distintos niveles de densidad, de más ligera a más densa, dando lugar a diferentes niveles de realidad, incluida la físico-material, último nivel, en el cual desarrolla su experiencia la conciencia como personaje humano.

Así, además de la dimensión físico-material, el Universo se compone de muchas otras dimensiones, agrupadas en niveles, que originan otros tantos contextos de realidad, y que son previos y causantes de la realidad física.

Por tanto, toda realidad que pueda ser percibida en el Universo es en realidad campos de energías de diferentes densidades, codificados con información planificada y manifestada a través de formas vivas e inertes, que se manifiesta en siete niveles dimensionales diferentes.

Cuerpos energéticos físicos y sutiles

Refiriéndonos al ser humano, por tanto, está compuesto de múltiples cuerpos energéticos, cada uno de ellos correspondiente a uno de los siete niveles dimensionales, aunque al ser una conciencia que opera en el séptimo nivel dimensional, nuestro conocido mundo físico material, sus sentidos físicos solamente captan, en principio, la realidad física, en la que se incluye su propio cuerpo físico.

Un cuerpo energético es un “envoltorio” de conciencia y energía con una función específica según el propósito del Espíritu al crearlo.

En resumen, y de forma muy simplificada, una de las muchas formas de describir los cuerpos energéticos del ser humano, de menor a mayor densidad y de mayor a menor localización en el espacio:

  • Cuerpo físico: el más denso y más restringido en el espacio.
  • Cuerpo etérico: mucho menos denso que el físico, y que rodea inmediatamente al cuerpo físico, aunque puede calificarse como energía física porque es medible por la actual tecnología humana y su radiación apreciable al tacto.
  • Cuerpo emocional: menos denso que el etérico, y que rodea inmediatamente al cuerpo etérico.
  • A partir del cuerpo emocional, incluido, los demás pueden calificarse como de energía sutil porque no es medible por la actual tecnología humana y su radiación no es apreciable a los sentidos físicos.
  • Cuerpo mental: menos denso que el emocional, y que rodea inmediatamente al cuerpo emocional.
  • Cuerpos semiespirituales: conjunto de “cuerpos” aún menos densos que el mental.
    • NOTA: Decir que unos cuerpos “rodean” a otros es una simplificación ya que, en realidad, se superponen: tendríamos capas de los diferentes cuerpos en cada uno de los elementos de nuestro cuerpo, incluyendo, por ejemplo, células, el ADN, átomos, y partículas subatómicas.

Por tanto, aunque el ser humano desarrolla su experiencia vital solamente en el nivel dimensional físico material, no obstante, tiene manifestación en el resto de niveles dimensionales, en cada uno de los cuales se manifiesta (de forma inconsciente para el personaje humano, en principio), con su propio vehículo adaptado cada nivel.

Energías perniciosas y nivel de consciencia

El Espíritu es perfecto, aunque al ser infinito, su vocación es la exploración de las infinitas posibilidades de experimentación y manifestación, a través de una mente infinita creadora.

Una de las infinitas experiencias que explora es la física humana en la Tierra, dentro del séptimo nivel físico material.

En la Tierra, el Espíritu, a través del árbol de conciencia en que se manifiesta dentro del universo espacio-temporal, explora la dualidad de los opuestos, es decir, resumidamente, el bien y el mal.

Por ello, la escenificación que se produce en la especie humana obedece a esas dos vertientes duales de bien y de mal.

Así, la historia de la civilización humana podría describirse, desde un punto de vista humano, como la evolución en medio de la lucha entre el bien y el mal.

No obstante, por estar compuesto de múltiples cuerpos energéticos (el físico y los demás), el ser humano manifiesta de forma consciente el mal físico y de forma inconsciente el mal energético de otros niveles dimensionales.

La evolución espiritual pretende que el ser humano se dé cuenta, en realidad, es decir, de forma transcendente, de Quién es en realidad, y de qué es lo que hace aquí. Por eso, las enseñanzas espirituales profundas son no-duales, porque pretenden despertar al personaje humano del sueño de la dualidad bien-mal.

Así, a mayor evolución espiritual, mayor nivel de consciencia, mayor elevación de la densidad energética personal de los cuerpos energéticos propios y mayor comprensión por el ser humano de lo que ocurre en realidad, pudiendo generar una experiencia vital distinta de la dual bien-mal.

Pero mientras el estudiante de espiritualidad está en camino o proceso de aprendizaje espiritual, se ve igualmente afectado, pues así lo percibe con su nivel de consciencia aún bajo, por “el mal del mundo” y por los “otros males dimensionales”, que se producen a través de ataques energéticos sutiles en muy diferentes niveles de densidad.

De esta manera, en tanto el ser humano no alcanza suficiente evolución espiritual, y por tanto, suficiente nivel de consciencia (y correlativo nivel energético personal), necesita saber que su configuración energética personal se puede ver afectada por energías sutiles perniciosas que se trasladan a sus cuerpos etérico y físico, produciendo diversos malestares mentales y emocionales y finalmente molestias, dolencias y enfermedades físicas, pudiendo ser determinantes incluso, por tanto, de una muerte prematura.

El ser humano actual vive bajo el paradigma, iniciado a principios del siglo XX, del cientifismo materialista, en el que los remedios a todos los males se encuentran en causas físicas, y se palían abusando de las terapias químicas. Esta circunstancia, promovida desde intereses particulares, aleja a la Humanidad de la causalidad psíquica, psicológica y energética real de toda manifestación de la enfermedad, haciéndole dependiente de un sistema sanitario que no pretende el tratamiento preventivo ni la sanación, sino el lucro del tratamiento correctivo.

Tipos de energías perniciosas

Desde un punto de vista humano, las energías perniciosas, es decir, perjudiciales para los humanos (también para los animales, plantas e incluso cosas) tienen muy diversos orígenes, aunque una clasificación muy genérica podría ser:

  • Energías perniciosas producidas por uno mismo, debido a procesos mentales y emocionales disfuncionales o patológicos.
  • Energías perniciosas ocasionadas por otras conciencias (físicas o no), de forma consciente e intencionada (maliciosa) o no.
  • Energías perniciosas ocasionadas por radiación inmanente a otros campos energéticos “no vivos”, pero en características (intensidad), no asimilables por la configuración energética personal.

Desde un punto de vista espiritual, “nada le ocurre al Espíritu sin su consentimiento previo y planificación”, por lo tanto, todas las energías perniciosas tendrían un origen único: el deseo de experimentar la dualidad. No obstante, mientras el ser humano no se espiritualice, las energías perniciosas las percibirá como de origen ajeno, y las sufrirá personalmente. Así, la limpieza, protección y sanación energéticas, como métodos (como tantas otras herramientas energéticas y terapéuticas), dejan de tener sentido cuando el nivel de consciencia del humano evoluciona lo suficiente.

Limpieza energética

Por ello, cada vez más estudiantes de espiritualidad (e incluso personas que no lo son pero que en sus tradiciones culturales y familiares es bien conocida esta afección) son conscientes de que deben mantener una “higiene energética” básica diaria que, al igual que se tienen otros cuidados diarios físicos (aseo, alimentación, deporte, positividad mental, etc.), es fundamental para mantener un buen estado de salud mental, emocional y física.

Protección energética

De igual modo, un adecuado mantenimiento energético personal conlleva una prevención frente a las energías perniciosas que bien sean inmanentes o se queden permanentes en las cosas, los inmuebles, y los espacios, ya sean de frecuente uso (hogar, lugar de trabajo, etc.,) que implican una conveniencia de protección energética específica o que se frecuentan esporádicamente (lo que requiere una protección energética personal).

Sanación energética

Por último, dada nuestra multidimensionalidad (el ser humano es solamente un personaje de la conciencia interna o alma, la cual sostiene múltiples experiencias de personaje, bien se entiendan como sucesivas en el tiempo, bien se entiendas como simultáneas), los orígenes de las energías perniciosas pueden ser anteriores (temporal o causalmente) a nuestra vida presente, diferenciándose así las arrastradas en la vida actual pasada (desde la concepción), las arrastradas de antepasados (sistema genealógico), las arrastradas de otras vidas del ciclo de reencarnaciones en la Tierra (aspecto kármico), e incluso las arrastradas desde otras existencias, previas o simultáneas, fuera de la Tierra (aspecto álmico).

Estas energías implican un proceso de limpieza y protección más profundo, pues son energías perniciosas estructurales a la actual experiencia humana.

Sesiones individuales

La sanación energética (forma en que se conoce cualquier actividad de limpieza, protección o sanación propiamente dicha) que realizamos en Espacio Sutil se realiza de manera individual, bien presencial o bien a distancia.

  • NOTA: Recordemos que la física de las energías sutiles es cuántica, no tradicional y, por tanto, son no-locales, por lo que las técnicas de sanación son completamente eficaces con total deslocalización.

Las sesiones, con un máximo de una hora de duración, son de los siguientes tipos:

  • Sesiones genéricas: Se realiza un intervención de energías en general.
    • Limpieza de personas (con un componente terapéutico)
    • Limpieza de personas por sonido
    • Limpieza de espacios
    • Protección de espacios
    • Protección personal
  • Sesiones temáticas: Se realiza una intervención de energías tratando un tema concreto elegido por el paciente.
    • Sanación energética en diferentes aspectos:
      • Vida presente (origen en acontecimientos actuales)
      • Biográfico (origen en acontecimientos del pasado de la actual vida desde la concepción)
      • Sistémico genealógico (origen en acontecimientos vividos por antepasados biológicos)
      • Kármico (origen en acontecimientos de otras vidas)
      • Álmico (origen en acontecimientos que han adquirido un patrón estructural, bien por ser kármicos de larga presencia o por haberse originado en vidas previas a la Tierra)

Metodología

Las sesiones podrán ser telemáticas o presenciales.

Las telemáticas podrán ser previa cita y presencia telemática del paciente en sala de videoconferencia o urgentes (con ausencia total del paciente, realizadas por intervención exclusiva del sanador, incluso la limpieza de espacios).

Las telemáticas por videoconferencia y cita previa serán en la sala de videoconferencias de Espacio Sutil.

Habrá una entrevista previa (normalmente justo antes de la sesión de limpieza, protección o sanación, aunque también podrá ser telefónica en caso de sesión telemática urgente) en la que se expondrá por el paciente el tema a tratar y se realizará un intercambio de impresiones con el sanador.

Las sesiones de limpieza y protección normalmente serán sesiones únicas. Las sesiones de sanación serán varias y su número se determinará previamente por el sanador, quien se lo comunicará al paciente antes de comenzar, de forma que este podrá optar por realizar parte o la totalidad de las sesiones, entendiendo que, si realiza solamente parte de las sesiones recomendadas, dicha sanación temática quedaría incompleta.

Sanador

Iván Prospector:

  • Desde 2014, divulgador, facilitador, orientador de espiritualidad profunda en Espacio Sutil, comentado y armonizando la información espiritual más relevante de los siglos XX y XXI.
  • Igualmente, desde 2016, terapeuta transpersonal, actualmente director del grupo de autoterapia espiritual en Espacio Sutil.
  • Sanador energético desde 2020.

Inscripción y condiciones

La solicitud de inscripción se realizará por rellenando el formulario de contacto.

El coste de cada sesión de entre 30 y 60 minutos será de:

  • 100 euros, en caso de sesiones telemáticas o presenciales en Espacio Sutil.
  • 100 euros, más su equivalente en tiempo de desplazamiento, más costes de desplazamiento.
    • NOTA: Las sesiones con desplazamiento se realizarán, salvo excepciones consultadas previamente, solamente en el territorio de la Comunidad de Madrid,

La forma de pago se realizará por anticipado de manera acordada entre sanador y paciente.