Saltar al contenido

Iván Prospector comienza su camino espiritual de forma consciente e intencional en 2011, tras una fuerte catarsis vital personal, momento a partir del cual siente la premura de avanzar en dicho camino. En sus propias palabras:

Desde pequeño crecí en un ambiente sano y normal, de familia acomodada de finales de los 60 en Madrid. En la infancia era un niño tímido y pacífico, que no encontraba buen acomodo con otros niños más movidos o violentos. En el colegio recibí una educación religiosa excesivamente estricta que tuvo su punto álgido a mis 12 años pero que, a partir de ahí, ya en la adolescencia, me generó cada vez más despego de la religión tradicional.

Fue precisamente en la adolescencia cuando me empecé a sentir atraído por el misterio, el esoterismo y el ocultismo (los medios de difusión erráticos de la Espiritualidad Profunda cuando aún no se difundía universal y abiertamente), que armonizaban poco con el rigor e inflexibilidad religiosa, que me iba resonando cada vez menos según iba “descubriendo el mundo”. Precisamente en la adolescencia a medida que comencé a tener cierto éxito social, fui desafectándome definitivamente de la religión, hasta su total abandono.

Entonces, me dispuse a conquistar, como cualquier joven, su lugar en el mundo, formándome profesionalmente de manera intensa y comenzando de seguido a trabajar en el mundo empresarial.

Pero, como a tantos otros, antes de llegar a los 30 años, aunque no lo quería aceptar, se fue manifestando en mi vida que la carrera por el mundo no llegaba a hacerme feliz, ni mucho menos y, poco a poco, se fue fraguando mi debacle emocional y personal.

Y de esa forma, tras un parón “obligado” en mi vida, cayó en mis manos el primer libro que insinuaba que “había otro camino”. Fue mi primer contacto con la Espiritualidad Profunda.

A partir de ahí, mi zambullida en la información espiritual fue ya permanente y profunda, hasta el punto en que en 2014 decidí que quería divulgarla.

Entonces nació Espacio Sutil, en conjunto con Eva Collado, inicialmente como una marca personal, que llegó a tener una página web y varias actividades divulgativas y terapéuticas.

Pero aquél no pudo ser el momento definitivo de despegue, pues ya saliendo en 2015 de la crisis financiera e inmobiliaria mundial de 2008, tuve que volver a dedicarme con mucha intensidad a mi profesión.

Finalmente, en 2020, coincidiendo con los acontecimientos a nivel mundial, tuve tiempo para reflexionar y, afortunadamente ya con la vida económica y familiar resuelta, puede comenzar una nueva y definitiva andadura con Espacio Sutil, siendo el germen de su actual configuración como centro de divulgación espiritual a todos los niveles.”