La Espiritualidad Profunda puede entenderse como el proceso de autodescubrimiento por el ser humano de su verdadera naturaleza, aunque también como la información que hemos recibido para realizar ese proceso.
Nuestro mundo actual es el resultado de la evolución de la Humanidad, es decir, de la interacción de los seres humanos en el planeta Tierra. Como tal, es el resultado de la historia de sus guerras y conflictos, de la forma de resolverlos y de organizarse, del desarrollo de su cultura y su tecnológico, y de su relación con el planeta y sus sistemas naturales. Aunque desde un punto de vista más profundo, menos aparente y más causal, nuestro mundo actual es también y primeramente el resultado de la puesta en juego de los elementos particulares del diseño con el que se confecciona la experiencia vital en la Tierra, las influencias “externas” al escenario y la influencia resultante que pretenden imponer.
Como tal, nuestro mundo ha establecido su propio sistema de pensamiento, un conjunto de conceptos, significados y valores adaptados a su supervivencia y organización en el planeta. Es decir, un marco de realidad acorde con la experiencia colectiva de la Humanidad
Sin embargo, la información espiritual nos desvela nuestra auténtica realidad superior espiritual y relega nuestro mundo a un plano secundario de experimentación por el Espíritu, con el propósito de exploración de la hipótesis de la limitación a su Naturaleza.
Esta información espiritual, por tanto, procede de fuera de este escenario de experimentación, y tiene por finalidad el que los seres humanos descubran su verdadera naturaleza espiritual y actúen conforme a ella, con el objetivo de finalizar dicha experiencia, una vez realizado su propósito.
Por tanto, la información espiritual se introduce dentro del escenario de múltiples maneras, en función de la capacidad de recepción y comprensión de la misma por los personajes humanos que aquí representamos esta gran función teatral.
Una de las formas de introducir la información espiritual dentro del escenario planetario es la canalización, entendida como transmisión a un determinado individuo de contenidos (conceptos, significados y valores) espirituales, con el propósito de que este individuo pueda aprovechar dicha información espiritual para su propio proceso de evolución y, eventualmente, para que la pueda compilar y hacer accesible a otros individuos.
La canalización se realiza, entre otras formas, de tres maneras fundamentales:
- Fórmula antigua: Una conciencia extrafísica utiliza periódicamente el cuerpo de una persona humana, con el permiso de esta, con el fin de poder verbalizar dicha información, y a su vez, transcribirla. La persona que “cede su cuerpo” (“canal”) queda en trance inconsciente mientras se produce la canalización y otra persona transcribe o graba la información.
- Fórmula moderna: Una conciencia extrafísica transmite información, con el previo acuerdo de esta, a una persona humana, quien realiza la transcripción verbal o escrita de su contenido. La persona que recibe la información (“canal”), está perfectamente consciente y en plenas facultades mentales.
- Fórmula contemporánea: Una persona humana, mediante el empleo de técnicas específicas, recibe información que recibe mediante paquetes compuestos de visualizaciones, emociones, y conceptos en respuesta a su intención de obtenerla.