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Lee Carroll explica el proceso de canalización, desde su experiencia personal y con base en la información específica que da Kryon sobre la técnica de canalización, resaltando las siguientes ideas.

La canalización a menudo se interpreta como un acontecimiento extraño e inquietante, lo que genera rechazo en una gran parte de la población.

Para Lee, la canalización sería “las palabras divinas e inspiradas (o la energía en que manifiestan las ideas que representan) procedentes de Dios, tal como se imparten a los seres humanos por los seres humanos”. Eso significa que no sólo la mayoría de las escrituras sagradas del planeta (todas las religiones) han sido originalmente canalizadas, sino también muchas obras de arte y música. Es absolutamente común, pero como tantos otros procesos que han surgido en la Nueva Era, tienen un cierto estigma al respecto, que implica percibirlos como fenómenos extraños, dignos de desconfianza. Sin embargo, como dice Kryon, “Dios no escribió la Biblia… Los humanos lo hicieron, mientras estaban divinamente inspirados”.

Tradicionalmente estábamos acostumbrados a recibir la información espiritual a través de “hombres y mujeres de Dios”, personas autorizadas y sancionadas por las respectivas religiones, pero actualmente, en esta Nueva Era, el ser humano está descubriendo, por revelación, que con su simple intención, sincera y honesta, puede auto-habilitarse para relacionarse directamente con lo divino.

Pensar que Dios solamente se comunica a través de intermediarios cualificados es negar tu propia divinidad y excluirte de la dignidad natural que le corresponde a un hijo de Dios, que forma parte natural de Él.

Pero la canalización debe asumirse con responsabilidad. Cualquiera puede canalizar, pues el espíritu no es propiedad de nadie, y esa comunicación con lo divino es acervo de todos, pues la capacidad y el potencial de recibir la información no es solamente de unos pocos elegidos.

La diferencia entre una canalización fidedigna y otra que no lo es viene representada por la intención pura del canalizador, que se manifiesta en que el contenido del mensaje, en tal caso, es clara, inevitable y evidentemente verdadera para quien lo recibe. Nadie salvo uno mismo, puede determinar si un mensaje canalizado es real o no, y esto lo puede contrastar al recibirlo, mediante un proceso de validación interno del fondo, del contenido y de otras evidencias formales que se presentan para el receptor.

La responsabilidad de un canal es impresionante. ¡La información divina puede cambiar vidas! La información egocéntrica, atemorizante y egoísta puede ser confusa y, en realidad, detener el crecimiento espiritual de una persona. ¿Cómo puedes saber la diferencia? Kryon nos dice que tenemos el poder del discernimiento para distinguirla, y que incluso podremos «sentir» la diferencia.

No obstante, Lee Carroll nos presenta algunas pautas, seleccionadas de entre las dadas en un artículo llamado “Directrices para el discernimiento espiritual”, aparecido en la revista “New Realities” de julio de 1987, dos años antes de empezar Lee a canalizar:

  1. Siempre habrá información útil para todos. El canal fidedigno no da información útil para sólo unos pocos, o le dice que es sólo para un grupo especial o un número limitado. Debe ser útil para toda la humanidad, para cada humano. Esta cuestión es clave para sospechar de un mensaje que no cumpla dicho criterio.
  2. El mensaje debe ser edificante, de empoderamiento, no de miedo, no uno que te haga bajar tu energía o te suma en la inquietud. Este es un elemento básico de la energía de Dios. Debe inspirar al oyente y al lector. Cada aparición de un ángel ante un ser humano siempre ha comenzado con un «¡No temas!«
  3. El Espíritu nunca, nunca canalizará un mensaje que te pida que renuncies a tu libre albedrío. ¡Nunca! Porque tu libre albedrío es de lo que trata tu experiencia en la Tierra. La libre elección es la que impulsa tus potenciales de futuro.
  4. El Espíritu nunca te dará un mensaje que te pida que violes la integridad de lo que crees. El Espíritu honra tus propios procesos de pensamiento y evolución. Tampoco te engañará ni violará tu integridad de manera alguna. Debes sentirte cómodo con él, y debe sonar fiel a tu corazón, debe resonar.
  5. El Espíritu nunca representará a un canalizador como la única fuente de la información divina. Hay muchos canales de información revelada y todos ellos coordinan su información para crear un panorama más amplio, especialmente en esta Nueva Era. Nunca se representarán a sí mismos como la única fuente de información.
  6. La información es normalmente nueva información, siempre añade algún matiz diferencial al tratar los conceptos dados anteriormente. El canal que simplemente expone lo viejo no está canalizando nada más que el ego humano. Es necesaria una nueva información que complemente, matice, ayude a la comprensión de los conceptos ya obtenidos por la Humanidad con nuevos puntos de vista.
  7. La información canalizada debe presentar posibles soluciones espirituales a los desafíos de la vida en la Tierra, a través de nueva información, lo cual es el propósito de la canalización.